Se trata de una regla de oro que debe ser entendida siempre libre de las
emociones.
Se sienten bien con el ciclo en el que están inmersos, y toman
más y más riesgos. Terminan exhibiendo cada vez más codicia hasta que se llega
al extremo… y el ciclo termina. ¿La vida? Sí, pero también el ciclo natural de
los negocios en el capitalismo de mercado. Los mercados son manejados por
extremos, al igual que en la vida.
Para entender estos flujos es necesario
conocer los participes del mercado bursátil, así como las razones que determinan
sus decisiones de inversión.
Los principales participes del mercado bursátil
español son los inversores extranjeros, las familias españolas, los inversores
institucionales nacionales, y el sector público nacional.
Los inversores extranjeros, son en su mayoría inversores institucionales que
mueven rápidamente su dinero (hot money) en busca del país más rentable. Mueven
su dinero con rapidez y profesionalidad y son causa de muchos movimientos
secundarios. Es un sector en continuo crecimiento.
Las familias españolas, son el segundo participe en importancia de las bolsas
españolas. Las familias a título individual eran, hasta los años ochenta, el
principal participe de la bolsa. A partir de estas fechas la aparición de la
deuda publica, y la popularización de los fondos de inversión redujo la
participación directa de las familias en bolsa. Ahora, en un entorno de tipos de
interés a la baja, la inversión directa de las familias españolas en bolsa está
aumentando de nuevo.
La inversión institucional nacional, está formada por los bancos, las cajas, las
compañías de seguros y los fondos de inversión. En los bancos y las cajas el
peso de sus inversiones en renta variable ha aumentado en los últimos años, en
la medida en que los tipos de interés se han ido reduciendo. Este proceso ha
sido especialmente acusado en las tomas de participaciones en las empresas
industriales más representativas de nuestro mercado (Telefónica, Endesa, Repsol,
etc.). Las compañías de seguros han estado siempre
presentes en la renta
variable. La razón es la necesidad de casar sus provisiones y reservas
matemáticas con activos de larga duración. Suelen ser inversores a muy largo
plazo. Los fondos de inversión, no han empezado a tener un peso relevante en las
bolsas españolas hasta 1996. Son el principal protagonista de la liquidez de
nuestros mercados en los últimos años, aunque su peso en nuestros mercados de
renta variable todavía es muy reducido si lo comparamos con otros países de
nuestro entorno.
El sector público es el único participe del mercado que ha reducido su peso como
accionista, debido a las sucesivas ofertas publicas de venta (OPV), que han
trasladado sus títulos principalmente a las familias y a las instituciones.
La progresiva complejidad de los mercados bursátiles, está introduciendo nuevos
instrumentos financieros que poco a poco ganan peso y presencia en sus flujos de
liquidez. En este sentido se deben mencionar las operaciones de crédito al
mercado y los productos derivados (opciones y futuros). Por último, cabe
destacar la aparición en los últimos años de los programas de recompra de
acciones, que ponen en marcha las sociedades cotizadas, que optan por retirar
acciones del mercado mediante su recompra y amortización, buscando maximizar la
rentabilidad de sus recursos propios.
Por: Rodrigo Cabezas
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